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miércoles, 17 de septiembre de 2008

Proyecto 1. PuebLo de IsraeL

Origen del Pueblo de Israel


Historia del Pueblo de Israel
Principales acontecimientos de la historia judía


Antes de la era común

1800 aprox.- Epoca del patriarca Abraham

1300 ap.- Exodo de Egipto y entrega de la Torá en el Monte Sinaí

1260 ap.- Conquista y asentamiento de la tierra de Israel (Josué)

1000 ap.- Construcción del Primer Bet Hamikdash (Gran Templo de Jerusalem)

586- Destrucción del Primer Bet Hamikdash y comienzo de la diáspora en Babilonia

537- Declaración de Ciro que permite a los judíos retornar a Sión

520- Construcción del Segundo Bet Hamikdash

355- Acontecimientos de Purim en Persia

167/165- Rebelión de los Hasmoneos y acontecimientos de Janucá

Era común

70- Destrucción del Segundo Gran Templo y comienzo de la diáspora romana

200 ap.- Fin de la compilación de la Mishná

400 ap.- Fin de la compilación del Talmud de Jerusalem

500 ap.- Fin de la compilación del Talmud de Babilonia

1096- Primer Cruzada a la Tierra de Israel

1492- Expulsión de los judíos de España

1772- Aparición del Jasidismo

1897- Primer Congreso Sionista, Basilea

1939/1945- El Holocausto (Shoá), Segunda Guerra Mundial

1948- Independencia del Estado de Israel

1967- Liberación y reunificación de Jerusalem


1. Los orígenes de Israel (1800 a.e.c. – 1200 a.e.c.)
Los orígenes del pueblo de Israel empiezan propiamente con Abram de Ur de Caldea. Se convierte en Abraham yendo a Canaán. Su mujer, Saray, llamada luego Sara, no puede darle hijos. Por la promesa de Dios concibe un hijo: Isaac. La confianza en Dios de Abraham lo convierte en el Padre en la fe de tres importantes religiones.
2- Los Patriarcas (1800 a.e.c. – 1600 a.e.c.)
Sin datos históricos seguros, se supone que los primeros pobladores de estas tierras fueron tribus seminómadas de origen mesopotámico y cananeo. Luego de la historia de Abrahán, el nuevo patriarca Isaac tiene dos hijos: Esaú y Jacob. Este último tendrá 12 hijos de los que surgirán las 12 tribus de Israel.
3. Instalación en Egipto (1640 a.e.c. – 1530 a.e.c.)
La bajada de Jacob y sus hijos a Egipto coincide con las noticias de que algunos pueblos semitas se introdujeron hacia 1700 a.e.c. en Egipto. Estos pueblos, los hicsos, dominaron durante casi dos siglos el país, hasta que finalmente fueron expulsados.
Los hebreos y otros grupos semitas permanecieron en el delta del Nilo. Pero el hecho de que hubieran sido aliados o colaboradores de los hicsos y la necesidad de abundante mano de obra para las nuevas construcciones provocó que se dictasen medidas opresoras contra ellos y que fueran convertidos en esclavos. Aunque no lo sepamos con certeza, es posible que el faraón que inició la persecución fuera Seti I (1309-1290) y que en el reinado de su sucesor, Ramsés II (1290-1224), se produjera el éxodo.
Los israelitas, que crecían en número comenzaron a constituir una amenaza para el faraón y fueron esclavizados en esta tierra. Estudios arqueológicos apuntan a Ramsés como el emperador de la opresión.
4- El Éxodo (1250 a.e.c. -1220 a.e.c.)
A Egipto entraban y de Egipto salían los nómadas. Uno de esos grupos huyó de la esclavitud bajo la conducción de Moisés.
La salida de Egipto de las tribus cautivas de Israel marca un hecho histórico muy importante en la vida de este pueblo. Sin importar el enfoque, siempre se mantiene la idea de una liberación en la que interviene Dios. El Éxodo es liderado por Moisés.
5- El asentamiento en Canaán (1220 a.e.c. 1200 a.e.c.)
El momento histórico para la conquista de Canaán (hacia el 1250-1200 a.e.c.) era inmejorable, pues los grandes imperios estaban en plena decadencia: Egipto, después del esplendor del los Ramsés, había iniciado el letargo y Asiria aún no había levantado cabeza. Los habitantes de Canaán se encontraban establecidos en ciudades-estado independientes entre sí, incapaces de hacer causa común y de defenderse ante el empuje de las tribus nómadas que penetraban con entusiasmo y decisión.
Abundantes testimonios arqueológicos confirman que en la 2ª mitad del siglo 8 a.e.c. hubo una invasión violenta por el este de Palestina. Pero a pesar de la guerra santa que practicaban, los israelitas no exterminaron ni mucho menos toda la población cananea; aun destruyendo varias ciudades fortificadas, gran parte de los habitante de Canaán fueron asimilados por Israel
Tras el éxodo y el período de Israel en el desierto viene la conquista y distribución del territorio de Canaán entre las tribus. Los datos bíblicos nos hablan de una conquista no siempre pacífica. La arqueología revela un decrecimiento del poder político y el inicio de nuevos asentamientos en las montañas.

6- Los Jueces (1200 a.e.c. – 1020 a.e.c.)
Con el nombre de “Shoftim” (Jueces) se designa a una serie de líderes que se esforzaron por dirigir al pueblo y mantenerlo a salvo de la hostilidad y el dominio de sus vecinos. Estos personajes vivieron durante el período comprendido entre la muerte de Josué y los años inmediatamente anteriores al inicio de la monarquía de Israel (siglos 13-11 a.e.c.).
Los Shoftim, tenían una función más amplia que los jueces como encargados de administrar justicia. Estos personajes eran líderes políticos y héroes militares que guiaron a las tribus de Israel en su lucha por asentarse en los territorios conquistados (2.16).
El libro de Jueces narra algunas de las acciones de guerra en las que aquellos héroes acaudillaron a una o más de las tribus de Israel. En situaciones difíciles, cuando enemigos externos hicieron peligrar la supervivencia del pueblo en Canaán, «D-s levantó un libertador a los hijos de Israel y los liberó» (3.9). Aunque el carácter militar de estos jueces es evidente, el libro pone de relieve que todos ellos actuaron como instrumentos del Señor, suscitados y movidos por su Espíritu para llevar a cabo una misión especial, en un preciso momento y por un tiempo limitado. En las hazañas que realizaron se reveló siempre el poder de D-s, que, pese a las frecuentes actitudes reprobables de los israelitas, nunca dejó de cuidarlos con solicitud paternal y de sostenerlos para que no sucumbieran víctimas de sus vicisitudes.
En la descripción de estos personajes no existe un patrón común de identificación. Así encontramos por ejemplo a la profetisa Débora que, al pie de una palmera, gobierna al pueblo y atiende a quienes solicitan su mediación en casos de litigio (4.4-5). Gedeón es un campesino de humilde extracción social (6.11); Jefté capitaneó, al parecer, una banda de malhechores (11.1,3); y Sansón, el joven celebrado por su excepcional fortaleza física (16.3), no sabe resistirse a los encantos de una mujer filistea (16.17).
7- La Monarquía (1020 a.e.c. – 931 a.e.c.)

Surge ante la necesidad de unión frente a los ataques de los filisteos. La unión como nación fortalece el crecimiento, pero implica la pérdida de independencia de las tribus. Esta aglutinación de las tribus en un solo pueblo trae transformaciones en el ámbito religioso, especialmente en el culto. La monarquía está dominada por Saúl, David y Salomón. Israel conoce, después de Saúl y Salomón, un período de unidad territorial que duró hasta el final del reinado de Salomón.


Epoca del Primer Templo de Jerusalem (965-586 a.e.c.)


Salomón, hijo de David, consagró gran parte de su reinado a consolidar la nación y a conciliar las diferencias entre facciones e intereses tribales. Dividió el reino en unidades administrativas y estableció a Jerusalem como ciudad capital. Erigió allí un templo magnífico, el Bet Hamikdash, que se convirtió en el centro nacional y religioso del pueblo. Se atribuye al rey Salomón el Libro de los Proverbios y el Cantar de los Cantares.
Después de la muerte del rey Salomón, las disensiones latentes en la que había sido una confederación tribal y los intereses personales por llegar al poder, afloraron a la superficie. De esta forma se llegó al cisma del reino unificado, formándose dos reinos paralelos y enfrentados entre sí: el reino de Judá, en la zona meridional, que permaneció leal a la dinastía de David y el reino de Israel, en la zona septentrional, que fue inestable a lo largo de su historia, sufriendo frecuentes cambios de dinastías monárquicas. El reino de Israel estableció nuevos centros religiosos independientemente del Templo de Jerusalem.
Ambos reinos se encontraban periódicamente en guerra con sus vecinos y sufrieron penurias por estar situados entre los dos grandes poderes de la época, Asiria al este y Egipto al sur. En el año 720 a.e.c, aproximadamente, el reino de Israel fue conquistado por los asirios y sus habitantes desterrados. Estos exiliados se conocen como los de las diez tribus perdidas, y fueron objeto de muchas leyendas. En 586 a.e.c., el reino de Judá fue conquistado por Nabucodonosor, el Templo de Jerusalem destruído y sus habitantes exiliados a Babilonia.



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